jueves, 2 de febrero de 2012

AUTODESTRUCCIÓN


Respirando un agonizante amanecer
corres a  esconderte
entre las sombras del día.
El cuerpo seco, los ojos tristes que deambulan
por las calles, la enmascarada sonrisa para
evitar explicaciones.
El rápido andar golpeando hombros
de  otras maquinas eficaces.
El vacio desgarrador y el reciente vicio
de la autodestrucción.
Los pasos que te adentran en el fango de la
inmoralidad colectiva.
Las olas de putrefacción que te nutren y
el silencio que lo cubre todo.
En lo alto un hombre regurgita sonidos que no
comprendes.
Se escucha un estruendo, algo cae frente a ti,
Pero no agachas la cabeza.
Roja estela tus huellas dejan
y el crepúsculo se vislumbra a lo lejos una vez más.

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