sábado, 18 de agosto de 2012




Los olvidados 



Canta con voz desgarrada, cuando llorar no puede más,
el olor a sudor y tabaco perfuman su triste penar,
en el transcurrir de las horas,  algunos llegan otro se van,
él siempre sentado en su mesa, es otro adorno del bar.
La luz de neón se apaga los meseros deben descansar,
deambula dando tumbos por las calles, pues no hay a donde regresar,
parece que fuera un fantasma, todos lo ignoran al pasar
sucio, ebrio y sin dinero, no cabe en la sociedad.
Lo espera la banca del parque, en la basura algo para desayunar,
un perro se acerca, pues las migajas no se pueden desperdiciar,
se acompañan durante el día ¿Qué más pueden hacer?
ellos son los olvidados, los invisibles, la mala imagen de la cuidad,
ha caído la noche, una igual a las demás.
Abierto se lee en la puerta, de ese viejo lugar,
la mesa y el trago de siempre para ahogar el malestar,
se para de su silla y levanta la copa al brindar:

-Muerte ¿por qué tardas tanto?,  tal vez te ayude a llegar,
pues el cáncer de esta indiferencia ya no puedo soportar,
que mi voz se escuche esta noche, que no la intenten callar
hoy brindo por los olvidados que nadie quiere observar,
no me juzgues por mi apariencia, no me evites al andar 
mejor tiéndeme la mano, tal vez tú me puedas ayudar-.


Nadie lo mira salir, del puente nadie lo ve saltar,
Este día es una nota en el periódico, que todos han de olvidar.

3 comentarios:

  1. Wow, que desgarrador escrito.
    Me ha parecido muy bueno.

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  2. Que fuerte!!! Opino lo mismo que Daniel, te ha quedado muy bien :) No sabía que tuvieras un blog, ahora te sigo ^_^ En serio me ha encantado.

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  3. Por aquellas almas perdidas que aunque están ahí, jamás nos detenemos a ver, a contemplar su miseria o su pasar, olvidando que son humanos como nosotros. Excelente trabajo Moisés. Admirable y gracias por mostrarme tu visión de las cosas.

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